La Piel a lo 30
11:57El paso del tiempo va dejando huellas y una de las más evidentes es el cambio en la piel de nuestro rostro. Las modificaciones a nivel cutáneo son constantes y se acentúan década tras década. Los cuidados deben empezar desde bien temprano: los especialistas recomiendan a partir de los 20 años. Sin embargo, pasados los 30 debemos intensificarlos, si queremos que nuestra piel conserve su aspecto joven saludable. En cada etapa, las necesidades del cutis cambian, y por ende, los cuidados y los tratamientos no son siempre los mismos.
A continuación le ofrecemos una rutina de belleza adaptada a cada edad, para seguir de forma constante y adecuada y lograr así los mejores resultados.
El proceso de renovación celular empieza a ser más lento: en este proceso natural, un grupo de células cutáneas mueren para dar paso al nacimiento de nuevas células. Este fenómeno se repite cada 28 o 30 días en una piel joven, pero a medida que pasa el tiempo se hace cada vez más lento, ocasionando la pérdida de firmeza y elasticidad en la piel.
Aparecen las primeras arrugas, manchas, sequedad y flaccidez
Disminuyen los niveles de colágenos y elastina:
Su pérdida paulatina a partir de los 35 a los, hace que la piel se sienta menos radiante.
Es importante que estos cuidados comiencen antes de la tercera década y se mantengan a los largo de toda la vida. De esta manera, es más fácil prevenir y retrasar los primeros signos de envejecimiento cutáneo.
Consejos:
- Limpie su piel a diario
- Elegir el producto según el tipo de piel: por ejemplo, para pieles normales o mixtas optar por emulsiones limpiadoras; para pieles grasas, toallas húmedas, geles o lociones limpiadoras; y para pieles muy secas o sensibles son preferibles las cremas que contengan ingredientes suavizantes re-hidratantes o descongestivos como té verde o pepino.
- Elimine la descongestión y la “fatiga”
- Los tónicos descongestivos sirven para reequilibrar la piel y cerrar los poros. Estos productos son ideales para pieles normales o mixtas.
- En pieles grasas, conviene aplicar una loción astringente que ayuda a reducir la producción de sebo y grasitud.
- Humecte profundamente
- Utilice todos los días cremas que contengan principios activos que actúan atenuando, revirtiendo y previniendo la aparición de los síntomas del envejecimiento cutáneo. Algunas de las sustancias que deben estar presentes son:
- Retinol: estimula la división celular de la piel, restaurándola y mejorando su condición. Además, estimula la producción de colágeno y elastina, aumentando el grosor de la piel y disminuyendo líneas.
- Ácido Linoleico: actúa como antioxidante y participa en la síntesis celular.
- AHA´S: promueven la liberación de las células muertas, a través de una suave descamación y exfoliación, mejorando así la apariencia y textura de la capa córnea. Ofrecen un efecto anti-envejecimiento inmediato sin irritar la piel.
- Cuide le contorno de ojos
Además de la crema humectante, use algún producto específicamente formulado para la piel sensible del área de los ojos que contenga alguno de estos activos:
Sustancias descongestivos como ginkgo biloba, centella, retinol.
Alfa-hidroxiácidos.
Ácido retinoico.
Ácido fólico.
Nutra a través de máscaras
Antes de realizarla, se debe exfoliar la piel para que ésta se vuelva más receptiva y se logre el efecto buscado.
Si tiene cutis sensible, se recomienda una máscara descongestiva con activos a base de manzanilla, malva, tilo, aloe vera, etc.
Si su piel es grasa y con acné, prefiera máscaras astringentes que ayudan a regular la secreción sebácea. Las de barro o arcilla combinadas con activos descongestivos dan excelentes resultados.
Puede aplicarlas con un pincel o directamente con los dedos y deje actuar de 10 a 20 minutos. Luego enjuague y coloque una crema humectante.
Proteja su cutis del sol
Utilice a diario un factor de protección solar 15 ó más si está al aire libre, de acuerdo a su tipo de piel.
También puede optar por cremas de uso diurno que ya tiene incorporado filtro solar.
Exfoliación
Para realizar una vez por semana…
Se pueden usar cremas, jabones o geles. La elección depende del tipo de piel: las secas requieren productos suaves (a base de semillas de fruta, arcillas y micro gránulos) y las grasas resisten otros más abrasivos, como los formulados con ácidos frutales.
Coloque el producto exfoliante siempre sobre la piel húmeda para que resulte menos agresivo. Realice un masaje suave en forma de movimientos circulares siempre hacia afuera y hacia arriba por toda la cara, en especial la zona T (frente, nariz y barbilla). Evite la zona de los párpados.
Enjuague con agua fría, seque, aplique un tónico o astringente y luego humecte.
0 comentarios