Oriente se ha caracterizado siempre por hacer del desarrollo espiritual un culto. Milenarias prácticas encuentran en la sociedad actual de Occidente un lugar destacado también para alcanzar la armonía física. La alimentación saludable, el yoga, la meditación y los ejercicios que proponen países como China, Japón o Tailandia, repercuten en el modo de vida frenético de quienes vivimos de este lado del mundo.

Una de estas prácticas milenarias es el Tai Chi (también conocido como disciplina de defensa bajo el nombre de Tai Chi Chuan), que nos invita a reencontrarnos con la calma de nuestro interior, escuchar nuestra respiración, fluir mansamente con el Universo, aún en los momentos de mayor estrés. Dicen los chinos: “halla el lugar de silencio en tu interior y la belleza será su consecuencia”.

Es probable que este adagio haga referencia a la “belleza” en un sentido más filosófico y espiritual, sin embargo está comprobado que las personas que viven en armonía, que diariamente buscan unos minutos para conectarse con el silencio de su interior, sufren menos enfermedades, viven más años, lucen más jóvenes y no evidencian en sus cuerpos los estragos del convulsionado tiempo en el que vivimos.

Tai Chi nos invita a fluir suavemente, a imaginar que nuestros brazos son las alas de un ave, a movernos al ritmo de nuestro corazón, a respirar profundamente siendo conscientes de cada átomo de oxígeno que ingresa a nuestro cuerpo y lo recorre purificándolo. Tai Chi es armonía, serenidad, distención, relax. Valiéndose de figuras simbólicas, propias de Oriente, es una disciplina que resulta agradable y sencilla de aprender y la práctica de 20 minutos de lo que los maestros llaman “formas” (una sucesión de movimientos enlazados), cubre las necesidades diarias de ejercicio de una persona de mediana edad.

Aumenta la oxigenación en sangre, reduce el estrés, elonga los músculos, desintoxica, relaja la mente, alivia tensiones, fortalece los huesos y las articulaciones, mejora el carácter. Desde Bellavlog te invitamos a practicar Tai Chi, a recibir sólo beneficios en una disciplina que viene de muy lejos en el tiempo y que podemos aprovechar para mantenernos vitales y sanos por más tiempo.