Para tener un rostro hermoso y natural, con la piel tersa y que el paso del tiempo sea apenas perceptible, no requieres ni mucho tiempo, ni mucho dinero, pues aunque hay productos excelentes, también puedes optar por soluciones caseras y naturales que producen el mismo resultado, y a veces hasta mejor porque no te pones químicos. Sin embargo, aquí te presentamos una guía de lo más básico que requieres para que tu cara sea como de cuento de hadas.

La limpieza de la cara es importantísima y hay muchas maneras de hacértela. Antes de ponerte cualquier producto, empieza por lavar la cara con agua caliente; esto abre los poros. Luego, puedes utilizar una crema limpiadora, como la de Saint Ives todas las mañanas y todas las noches antes de acostarte. Te pones la crema, y, con un algodón, retírala de tu piel suavemente. Lávate la cara con agua fría y listo.

Si prefieres puedes limpiarte con jabones naturales de miel. O también puedes utilizar la miel directamente. Vierte una cantidad moderada de miel en tu mano y aplícala suavemente sobre tu rostro con movimientos circulares. Después lávate la cara con agua caliente.

Otra buena idea, es hervir dos tazas de agua. Luego haces una infusión o té de manzanilla. Posteriormente, te inclinas sobre la cazuela, cubriéndote la cabeza completamente con un paño. Así harás una especie de baño de vapor y los poros te quedaran bien abiertos. Después, con un pañuelito desechable limpia tu cara suavemente, si no eres alérgica al alcohol, puedes ponerle al pañuelito. Ahora te mojas la cara con agua fría y listo.

Como parte de la limpieza, las mascarillas y los scrubs son muy útiles pero no con demasiada frecuencia, pues son tratamientos muy fuertes que pueden irritar tu piel. Claro siempre puedes recurrir a las opciones naturales, como las mascarillas de té y de pepino, o el scrub que te recomendamos con azúcar en nuestra sección de Tips de Belleza. En este caso, no tienes problema, pues nunca maltratarán tu piel, y puedes hacerlo todos los días.

Una vez que has acabado con la limpieza es necesario humectar la piel. Para esto, puedes usar cremas, como Oil Of Olay, o Milk de Nívea, que suavizan e hidratan tu piel, dejándola bien tersa.

Si prefieres la onda natural, puedes utilizar aceite de oliva. Pero, con esta debes estar segura que no tienes la piel grasosa y además solo te la puedes poner en la noche, pues la piel te queda muy brillante.

Dentro de las posibilidades naturales, también puedes ponerte leche. Para hacerlo, debes aplicar la leche directamente con tu mano, y dejarla secar al natural. Esto es una gran idea si además tienes la piel blanca, pues aunque no lo creas te la blanquea un poquito.

Además de estos pasos, es recomendable que uses una crema que contenga vitaminas o algún tipo de nutrientes, sobretodo si es vitamina E, o colágeno. De esta manera, alimentas la piel de tu rostro. Tu cara es el espejo de tu alma, es tu tarjeta de presentación ante cualquier persona y en cualquier situación. Cuídala bien que el tiempo pasa.