El clima varía según la región, según la altura, según el país, y según la estación, y todos estamos expuestos a sus efectos en la piel, en el cabello, y en el cuerpo.

Para lucir bella todo el año y en cualquier país, es muy importante saber cómo lidiar con el factor clima y sus cambios, pues cada estación impone cuidados diferentes.

Veamos el caso del invierno. Cuando hace frío hay que aplicar tratamientos que contrarresten la resequedad de la piel y de los labios causadas por el viento. El aire frío provoca irritación en los ojos, y el nivel de humedad afecta la elasticidad en la piel si es poca, y puede incluso producir brotes de acné si es mucha, por lo que hay que mantenerlo equilibrado sobre todo si utiliza calefacción.

El rostro de piel grasa sufre mucho en el frío, pues se deshidrata. Pero si es reseca, entonces se pone rojiza, áspera y puede llegar a despellejarse. Para evitarlo la rutina que debes seguir es fácil, pero eso sí debe ser seguida con disciplina.

La crema limpiadora tendrá que ser para pieles sensitivas. Luego, no debe haber exposición al aire libre sin antes hacer la limpieza del cutis la cual puede ser con crema o con jabón (debe ser muy cremoso y no alcalino). El otro producto fundamental es el humectante y debe utilizarse con mayor frecuencia que de costumbre.

Después de la limpieza, siempre hay que aplicar humectante, también cada vez que cambies o retoques tu maquillaje. Encima del humectante, póngase una capa delgada de base nutritiva y emoliente, así la protección será mayor. Por último, antes de acostarse es necesario ponerse otra vez hidratante, después de la limpieza nocturna, para recuperar la humedad perdida durante el día.

Ahora, particularmente los labios se ven muy maltratados con el frío, pues se resecan. Para cuidar los labios, debes buscar una crema especial para labios, de las que los hidratan, y ayudan a eliminar las feas grietas. Aplica una capa de esta crema antes de pintarte los labios, y cada vez que retoques el maquillaje. Antes de dormir, repite la aplicación.

Los ojos también se irritan mucho con el frío, por lo que es aconsejable utilizar lentes oscuros que protejan del brillo excesivo y del aire. Ten a mano, gotas oftálmicas que alivie el enrojecimiento de los ojos, y aplícatelas cada vez que se requiera. No olvides las compresas frías, pues son muy eficaces. Pontelas y deja cerrados los ojos por 10 minutos.

Las manos y los pies son otra parte que sufren los embates del frío. Para cuidarlos, ponte crema en las manos y en los pies todas las mañanas, y luego varias veces durante el día, si el problema es grave busca cremas emoliente o la vaselina y úsala antes de dormir. Si te pones guantes de algodón cuando duermes, la crema penetrará mejor.

La piel del cuerpo no es una excepción y también se daña por el exceso de frío. Debido a que en invierno la ropa que usamos es más gruesa, el proceso de eliminación de células muertas se ve entorpecido. Una vez por semana, durante el baño aplícate una crema exfoliante en el cuerpo húmedo, luego lávate, sécate y sigue con la crema hemoliente, dándote suaves masajes. El ideal es hacer esto antes de ir a dormir, para que el cuerpo tenga tiempo de recuperarse.

De igual forma, el cabello puede verse afectado por el invierno. Mantén la rutina de siempre con tu champú y acondicionador, pero si notas que hay resequedad en el cuero cabelludo entonces aplica un tónico especial hidratante en la raíz, antes de lavar el pelo para lubricarlo.

Por último, te recordamos que el agua es fundamental para que la piel esté elástica, limpia y saludable, así que no olvides tomar entre seis y ocho vasos de agua al día, y esto es válido en cualquier clima, al igual que mantener una dieta balanceada y hacer ejercicios.

Si sigues estas recomendaciones no importará el clima indomable, puede llover, nevar o tronar que igual lucirás perfecta.