La historia del maquillaje facial
0:38Cuanto más tecnológicamente avanzado se vuelve el mundo, más énfasis se pone en un maquillaje fresco y limpio que oculte los signos visibles del envejecimiento y que pueda volver el tiempo atrás. Las palabras como fresco, beneficioso, puro, natural, anti-envejecimiento se han convertido en parte del vocabulario actual del maquillaje ¿Acaso hemos vuelto al punto de partida al utilizar los materiales que la tierra nos ha dado como base de los cosméticos, tal como sucedió miles de años atrás? ¿Acaso hemos dejado de lado la historia del comienzo de los cosméticos y hemos reinventado los beneficios de los ingredientes naturales? Para responder a estas preguntas, primero debemos realizar un tour a través de la historia de los cosméticos.
¿Cómo Comenzó el Maquillaje Facial?
Sabemos que, durante varios siglos, tanto hombres como mujeres han disfrutado del lujo del maquillaje facial. Pero la historia del maquillaje facial se remonta a miles de años atrás, hasta llegar a los Egipcios del Siglo I. Esto no significa que los Egipcios fueron los primeros en utilizar maquillaje sino que se encuentran entre los que primero documentaron la importancia del maquillaje facial como una parte fundamental de la cultura, tal como se puede ver en el descubrimiento de las pinturas en las tumbas del antiguo Egipto. Los Egipcios utilizaban ingredientes naturales tales como el ungüento -una sustancia hidratante- y el kohl para mejorar la piel y la apariencia. Los Egipcios eran conscientes de la belleza de una piel suave y de unos ojos seductores.
El Siglo I también mostró que los Romanos utilizaban kohl para el maquillaje de los ojos y las pestañas. Los Romanos también utilizaban tiza como blanqueador de la piel y colorete. Las influencias grecorromanas y persas agregaron el uso de las tinturas de henna para el rostro y el cabello.
El maquillaje facial continuó evolucionando con el tiempo. Para la Edad Media, las culturas europeas sumaron el furor de la piel pálida. La piel pálida se convirtió en signo de bienestar económico y categoría en la sociedad. Las mujeres tomaban medidas extremas para lograr tener una piel blanca llegando incluso a provocarse hemorragias. Agregar un color rosa sutil tal como se usaba en el Siglo XIII daba otro símbolo de bienestar económico e importancia social ya que solamente los ricos podían pagar un maquillaje facial color rosa.
La importancia de la piel blanca como signo de riqueza continuó hasta el Renacimiento Italiano. Nuevamente, las mujeres recurrían a medidas extremas para lograr tener una posición social utilizando ingredientes mortales como el plomo y el arsénico. Para la era isabelina, el maquillaje facial comenzó a asociarse con una mala salud. Las mujeres utilizaban clara de huevo para dar un poco de brillo saludable al rostro. El maquillaje facial pesado era utilizado para esconder las enfermedades.
Gracias a los franceses en el Siglo XVIII se agregó un poco de vida y vitalidad al rostro al incluir el color rojo en el maquillaje facial. Los labios y las mejillas rojas se convirtieron en un símbolo de salud y diversión.
Una Leve Decadencia en los Cosméticos
Aproximadamente durante el Era Victoriana, el maquillaje comenzó a ser asociado con las prostitutas y actrices. Las mujeres decentes no tenían permitido tomar el sol para no alterar el color de la piel ni tampoco cambiaban el tono natural de la piel. La piel que quedaba al descubierto era tapada, se utilizaban sombrillas para proteger a la piel del sol y mantenerla de un color claro. Los ingredientes naturales como avena, miel, yema de huevo y agua de rosas reemplazaron a los cosméticos creados por los boticarios. Las cejas eran depiladas y se utilizaba polvo de arroz. Las mujeres hicieron el intento de agregar un poco de color en secreto pellizcando las mejillas o utilizando jugo de remolacha para obtener color y jugo de limón como blanqueador.
Para el 1900 era muy popular tener un aspecto de enfermo. Se enfatizaban las ojeras, las mejillas rosadas y los labios color carmesí agregaban un toque al maquillaje facial "de enfermo". Afortunadamente, esta leve decadencia no duró mucho.
Maquillaje Moderno
Tal vez sea difícil imaginar el maquillaje del 1900 como moderno, pero de hecho es el comienzo de la industria cosmética tal como la conocemos hoy en día. Con el auge de los medios de comunicación masiva, la televisión, las películas del cine y el transporte, la industria del maquillaje creció agigantadamente.
Aunque a principios del 1900 todavía la creencia popular era asociar a la piel pálida con una vida de riqueza y placer y relacionar la piel bronceada con la clase trabajadora, gracias al viejo maquillador Max Factor, se desarrolló y se produjo el primer polvo facial perfumado para el público, convirtiendo al maquillaje facial en algo accesible para todos.
Para la década del 30, el maquillaje estaba disponible para las mujeres de todas las clases sociales. Las mujeres tenían íconos como Greta Garbo y Marlene Dietrich y las utilizaban como modelos a seguir. Así, florecieron los gigantes de la industria cosmética como Max Factor, Elizabeth Arden, Revlon y Lancôme. El maquillaje se convirtió en algo sensual y prolijo. Las mujeres tenían una gran variedad de colores para utilizar y esmalte de uñas para combinar.
Abriendo la Puerta
La variedad abrió la puerta a los Siglos XX y XXI. Una gran demanda de fórmulas ecológicas, beneficiosas y de gran calidad hizo surgir a todo un nuevo conjunto de compañías de maquillaje: Christian Dior y Clinique, las cuales brindaban maquillajes y fórmulas clásicas para mujeres con distintos tipos de piel
Volver al Punto de Partida
Y así hemos vuelto al punto de partida. Hoy en día, las fórmulas minerales y ecológicas han dominado la industria del maquillaje facial. Y hay suficiente lugar para todas.
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