Los cambios hormonales que tienen lugar durante la adolescencia se reflejan en todas las partes del cuerpo y también en la piel, con la aparición del acné. A esa edad, no siempre es posible resistirse a apretar las espinillas y puntos negros para así librarnos de ellos y mantener nuestro rostro lo más limpio posible, pero si lo hacemos de forma indiscriminada o sufrimos de un acné muy rebelde, lo más probable es que en nuestro rostro queden cicatrices derivadas de dicho acné, que muchas veces pueden llegar a acomplejarnos.

Para evitar esto, podemos utilizar una serie de remedios naturales que nos ayudarán a hacer desaparecer o al menos a disimilar casi completamente dichas cicatrices, para recuperar la belleza y homogeneidad de nuestro cutis.

- Crema de caléndula: Esta crema es realmente sencilla de preparar, ya que sólo necesitas machacar dos cucharadas de pétalos frescos de caléndula o una de flores secas y mezclarlas con cuatro cucharadas de aceite de germen de trigo templado. Aplica la crema varias veces al día y poco a poco comprobarás cómo éstas van desapareciendo.

- Zumo de limón: Si las cicatrices tienen una coloración muy oscura, es posible aclararlas utilizando zumo de limón, aunque siempre deberemos hacerlo por la noche o cuando no vayamos a exponernos a la luz del sol. Para ello exprimiremos medio limón en un tazón y después empaparemos una bola de algodón en él, para después aplicarla sobre las cicatrices del acné, dejando que se seque, sin aclararlo. Podemos aplicarlo varias veces al día, ya que no tiene ningún efecto negativo sobre nuestra piel.

- Bicarbonato: Mezcla un puñado de bicarbonato con un poco de agua hasta lograr una pasta espesa. Aplícala sobre las zonas del rostro donde tengas cicatrices y masajea tu rostro durante un minuto antes de aclararlo.