Sin embargo, con respecto a esta parte tan importante de nuestra imagen hay mitos y realidades, que le interesarán saber.

Perdemos 100 cabellos por día: verdadero. Entre 100 y 200 es una cifra normal. Tenemos entre 100.000 y 150.000 en total, con variables según la edad y la raza.
El pelo crece un centímetro por mes: verdad. Para ser más exacto, crece un tercio de milímetro por día.

Hay que lavarse el pelo todos los días: falso. No es necesario si el pelo está limpio. Establezca una frecuencia de acuerdo a las necesidades de su cabello, si es graso o no, o si le es difícil modelarlo sin lavarlo antes.

Un champú es suficiente: verdadero. El pelo requiere poco champú, dos pasadas no suelen hacer falta. Lo que es conveniente es un masaje del cuero cabelludo para desprender las células muertas con ayuda del agua.

El agua caliente daña el pelo: verdad. Pero solo si está muy caliente. El agua fría, sin embargo, no hace una diferencia real ni en el brillo ni en la salud.

El secador daña el pelo: verdad. El exceso de calor, por usar el secador muy cerca daña la fibra capilar, resecándola. Pero nadie se ha quedado calvo por usarlo.

Un buen corte refuerza el pelo: falso. Un corte de puntas no influye en lo más mínimo en la raíz. El beneficio sí está en lo estético, porque se eliminan puntas castigadas y se arma el peinado, pero nada más.

Las embarazadas pierden mucho pelo: falso. En un embarazo normal, las mujeres producen cabello nuevo en gran cantidad. La caída del pelo puede darse por fallas alimentarias o causas estacionales; y, en realidad, es más frecuente en el puerperio, como producto del estrés del parto.

A las mujeres y a los hombres el pelo les crece igual: falso. La verdad es que el pelo de las mujeres vive más que el de los hombres antes de caer por factores hormonales. En promedio, crece más.

El pelo graso se corrige con más lavados: falso. En la mayoría de los casos, sólo estimulamos más las glándulas sebáceas con el lavado muy frecuente.
En realidad, se requiere un champú medicinal y el tratamiento de un eventual desequilibrio hormonal.

Sí es importante que el pelo se lave correctamente y que no queden residuos de jabón por un enjuague incorrecto, lo que quita brillo y aumenta la grasitud.