Para que las manos luzcan bellas y sanas es imprescindible mantenerlas hidratadas. 

Este tipo de productos suavizan su superficie y la protegen de los agentes exteriores.
Además, evitan la sequedad y previenen las señales de envejecimiento como manchas, pecas y arrugas.

Algunas cremas protegen de los efectos dañinos de los rayos solares y otras, como las que contienen alfahidroxiácidos (AHA), ayudan a la renovación celular por ser anti-age.

Lo ideal es colocar una cantidad del tamaño de una nuez en el dorso de la mano y distribuir con un masaje suave desde la muñeca hasta la punta de los dedos, por dentro y por fuera, sin olvidar las cutículas, que bien hidratadas facilitan el crecimiento de las uñas.
Siempre bien pintadas

• Tenga en cuenta que el esmalte muy espeso es difícil de aplicar, no seca adecuadamente y tiende a saltarse rápidamente. Evite dejar el frasco abierto y guárdelo en posición vertical cuando no lo utilice.

• Antes de pasar el esmalte agite la botella haciéndola girar entre las manos ya que algunos colores tienden a separarse o sedimentar.

• Siempre verifique la consistencia del esmalte en la punta de una uña.

• Empiece la aplicación bajando por el centro de la uña de una pasada desde la base hasta la punta, dejando un pequeño espacio entre el esmalte y la cutícula.

Luego aplique el esmalte en la base y después sobre el otro lado de la uña, desde la base a la punta hasta cubrir toda la superficie.