Por lo general, cuando una moda viene pisando fuerte lo hace eliminando por completo lo que representa su extremo opuesto. El pelo liso anula al rizado, los pantalones pitillo a los de campana, y así con la mayoría de las tendencias. Todo lo contrario es lo que estamos viviendo este 2012 con respecto a la última moda en cejas. Una moda en la que tienen cabida 2 conceptos totalmente contradictorios y ambos igual de marcados y extremistas.

Por un lado tenemos una ceja totalmente desdibujada, casi transparente. Este tipo de ceja anula el concepto de decoloración amarilla que habíamos visto hasta ahora, especialmente en rubias. Lo que se quiere imponer para lograr ese efecto de transparencia es una ceja totalmente albina, apenas imperceptible. Denominada por algunos como ceja nude, este estilo conserva el ancho y espesor aunque de lejos pueda llegar a dar la sensación contraria, incluso de que no hay ceja.

Por el otro lado tenemos su polo opuesto. Vienen muchísimo las cejas anchas, rectas y muy oscuras. Una ceja que se presenta poblada en exceso, y cuyo efecto se puede remarcar rotulándola con descaro con un lápiz tan notorio como el marrón chocolate o el mismísimo negro. Puede que esta moda sea la responsable de que cada vez más mujeres se estén realizando implantes capilares para las cejas, una solución para todas aquéllas que en su día se depilaron en exceso y son incapaces de recobrar el pelo de esa zona.

La depilación es algo que sí comparten ambos estilos, ya que como decía anteriormente, tanto en las cejas albinas como en las más marcadas, se conserva el ancho total de la ceja y desaparece el arco marcado. En su lugar se muestra una leve variación, pero apenas perceptible. Otra cosa que tienen en común es la forma de peinarlas: de la zona del entrecejo hacia fuera se peinan muy hacia arriba, y solo al llegar al extremo toman una leve inclinación descendente.