Día a día tenemos que enfrentarnos a diferentes problemas estéticos, pero hay pocos que saquen tanto de quicio como los molestos remolinos, sobre todo si están en una parte visible del pelo como, por ejemplo, el flequillo. ¿Quién no tiene algún remolino escondido entre su cabello? De hecho, son súper comunes, pero dependiendo de donde estén colocados, son más o menos difíciles de disimular. Por desgracia, son imposibles de eliminar, prevenir ni curar, aunque hay algunos truquitos para luchar contra ellos. ¿Te apetece conocerlos?

Generalmente aparecen con el pelo liso y seco y no se conoce ninguna explicación científica al respecto. Los orientales hablaban de la energía del movimiento y, de hecho, observan su forma y dirección a la hora de hacer un tratamiento de acupuntura. Teorías aparte, los remolinos se encuentran en la cabeza desde el mismo momento en que nacemos y es muy habitual que estropeen el peinado que queramos hacernos.



Lo mejor para disimularlos es dejarse el pelo largo, ya que la fuerza de gravedad hace que los pelos que salen disparados hacia todas partes caigan hacia abajo. Además, debes saber que con el pelo muy seco el remolino se hará más evidente. Por eso, lo ideal es que lo mantengas suave y nutrido utilizando una mascarilla nutritiva un par de veces a la semana. También tendrás que utilizar acondicionador en cada lavado para alisar la textura y mantener calmado al mechón rebelde lo máximo posible.

No podrás luchar contra él, así que no intentes cambiar el sentido al remolino y peinar ese mechón hacia el otro lado, ni si quiera con fijador. Por eso, te aconsejamos que si no puedes luchar contra el enemigo, te unas a él. Así, un corte a lo garçon súper despeinado, con las puntas moldeadas hacia los lados puede resultar de lo más atrevido.