Los mejores jabones contra el acné
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Ya sabes que el acné puede afectar a cualquier edad,
¿verdad? Aunque es más común durante la adolescencia, ninguna persona
está libre de sufrirlo durante toda su vida. Recordamos que el acné
consiste en la formación de granos, espinillas,
pústulas, irritación, enrojecimiento o lesiones inflamadas y que esas
áreas deben ser tratadas en forma diferente a la piel del resto del
cuerpo.
De hecho, existen diferentes tipos de acné y cada uno de ellos tiene un tratamiento específico. Sin embargo, hay algo común en todos ellos: la piel debe mantenerse completamente limpia para evitar la obstrucción de los poros y las infecciones bacterianas. Por eso, lavar la piel con jabón y agua tibia debería ser una rutina que se repitiera por la mañana y por la noche cada día.
Entre otros factores, la limpieza regular con un jabón hidratante va a purificar la piel del acné y lo combatirá mientras se quita el exceso de aceite, y mantendrá la humedad natural y los minerales dentro de la piel. Muchas no lo saben, pero los jabones comunes que contienen perfumes, colorantes y otras sustancias no son nada recomendables para las pieles que sufren de este problema. Por el contrario, son aconsejables los jabones bactericidas, el jabón de azufre, propóleo, arcilla, avena y áloe vera.
El de azufre es uno de los mejores que se puede emplear a la hora de eliminar estos molestos granitos de tu vida, ya que es sumamente astringente. Por eso, lo ideal es que lo usen aquellas personas con tendencia hacia la piel grasa. Por su parte, los jabones antibacterianos son súper asequibles y muy fáicles de encontrar. Los podrás adquirir por menos de dos euros en cualquier gran superficie. También son muy aconsejables los jabones a base de menta, de limón, de bergamota, de jengibre, de romero o de árbol de te.
De hecho, existen diferentes tipos de acné y cada uno de ellos tiene un tratamiento específico. Sin embargo, hay algo común en todos ellos: la piel debe mantenerse completamente limpia para evitar la obstrucción de los poros y las infecciones bacterianas. Por eso, lavar la piel con jabón y agua tibia debería ser una rutina que se repitiera por la mañana y por la noche cada día.
Entre otros factores, la limpieza regular con un jabón hidratante va a purificar la piel del acné y lo combatirá mientras se quita el exceso de aceite, y mantendrá la humedad natural y los minerales dentro de la piel. Muchas no lo saben, pero los jabones comunes que contienen perfumes, colorantes y otras sustancias no son nada recomendables para las pieles que sufren de este problema. Por el contrario, son aconsejables los jabones bactericidas, el jabón de azufre, propóleo, arcilla, avena y áloe vera.
El de azufre es uno de los mejores que se puede emplear a la hora de eliminar estos molestos granitos de tu vida, ya que es sumamente astringente. Por eso, lo ideal es que lo usen aquellas personas con tendencia hacia la piel grasa. Por su parte, los jabones antibacterianos son súper asequibles y muy fáicles de encontrar. Los podrás adquirir por menos de dos euros en cualquier gran superficie. También son muy aconsejables los jabones a base de menta, de limón, de bergamota, de jengibre, de romero o de árbol de te.
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