Son muchas las mujeres que prestan mucha atención al cuidado de sus uñas, procurando llevar siempre una manicura bien realizada y con un color duradero, incluso si es clarito o porcelana. Otro aspecto al que se le da muchísima importancia en la apariencia del esmalte es al brillo, puesto que es el acabado más demandado, aunque también es verdad que muchas personas lo prefieren mate.
Por otro lado, también hay que destacar que a todas nos interesa conservar nuestra uña natural en perfecto estado, por lo que es importante aplicar un barniz base antes del color. La cuestión es que a la hora de comprar esmaltes de uñas, hay quien se decanta por un botecito transparente y se lo lleva para utilizarlo de un modo incorrecto, ya que no todo el mundo sabe que existen diferencias entre base y brillo para uñas.

La importancia de la protección

Aplicar la base para las uñas es el primer paso antes de darles color. Este producto es muy importante porque aísla el pigmento y evita que la uña amarillee. Además, si tienes algún problema con la calidad de tus uñas es imprescindible que utilices una base que sea tratante, pudiendo elegir entre endurecedores, anti-rotura, estimuladores del crecimiento, o anti-estrías, entre otros. De hecho, a veces es conveniente que borres las uñas un par de veces por semana y te las vuelvas a pintar únicamente con el fin de volver a proporcionarles dicho tratamiento.

El brillo y su mantenimiento

El brillo es otro producto independiente a la base. En este caso hablamos de un barniz que se ocupará de proporcionarle a tu manicura el acabado perfecto. También conocido como top coat, puedes aplicarlo una vez que el esmalte de color haya secado adecuadamente, aunque no es imprescindible. Su uso también está recomendado para devolverle a tus uñas el brillo perdido 2 o 3 días después de haberlas pintado, siempre y cuando el esmalte no se haya levantado.