En algunas ocasiones hemos dado consejos y trucos de maquillaje para disimular diferentes imperfecciones que podemos mostrar en el cutis, del mismo modo, también hablamos de cremas y demás productos que existen en el mercado cosmético actual para ayudarte a mitigarlas. Lo que ocurre es que no siempre es suficiente, y hay mujeres que quieren ir más allá y eliminarlas por completo o minimizarlas de la manera más efectiva.

Por ese motivo hoy hablaremos de la técnica IPL, que consiste en eliminar manchas, rojeces y venitas de la piel con luz pulsada. Un método muy eficaz y que da grandes resultados, pero que siempre ha de ser realizado en clínicas especializadas y bajo la supervisión de profesionales cualificados. Este tratamiento supone un gran avance en la medicina estética, ya que es capaz de combatir rosáceas, arañitas y marcas de acné, entre otros beneficios.
Las sesiones

Para llevar a cabo un tratamiento de IPL es necesario un estudio previo del estado actual de la piel, determinando así la intensidad de las ondas que recibirá la zona a tratar. Dependiendo del tipo de problemática serán necesario un número diferente de sesiones, aunque en la mayoría de los casos se parte de un mínimo aconsejable de 5, de modo que la despigmentación vaya produciéndose de manera progresiva. Este sistema no daña la piel ni tampoco la elimina, por lo que la paciente puede llevar a cabo sus rutinas diarias desde el primer momento.
Ventajas añadidas

Los tratamientos fotofaciales con luz pulsada intensa son ya de por sí muy beneficiosos, ya que consiguen unificar el tono y la superficie de la piel. Pero es que además también tienen efectos antiedad, ya que su aplicación elimina líneas de expresión y estimula la producción de colágeno, por lo que el rostro se mostrará más liso y terso, además de gozar de una perfecta luminosidad.