Casi con total seguridad podríamos afirmar que los moños bailarina viven su momento más dulce. Como en ninguna otra temporada. Parte de culpa tiene la fiebre de danza clásica que respiramos, palpable en propuestas de moda románticas y llenas de tul, y en belleza, donde pisan con fuerza los tonos empolvados y los looks eternamente femeninos.

Teniendo en cuenta las creaciones de pasarela y su perfecta reinterpretación en la cabellera de nuestras celebs preferidas, no nos extraña este triunfo de los moños ballerina. En versión chic, con matices andróginos, de estética Lolita o extremadamente sofisticados. Hay una alternativa para cada cita. Los exploramos desde todos su frentes: por delante, por detrás y de perfil.