Con la llegada del frío se activan mecanismos de protección de la piel porque necesita impedir la salida de calor, los poros se cierran, hay una menor circulación sanguínea y por lo tanto menor cantidad de nutrientes y oxígeno, al disminuir el sudor baja la lubricación y la producción de lípidos intercelulares epidérmicos.

Para mejorar y cuidar la piel el tratamiento hidrorecuperador es ideal para minimizar los daños causados por el frío. Este tratamiento es una combinación de aparatología y técnicas manuales incluyendo un peeling terapéutico, un tratamiento desintoxicante y un masaje terapéutico para recuperar la nutrición, suavidad y permeabilidad en la cara y el cuerpo. Por este motivo las pieles secas sufren más que las grasas y ambas deben ser cuidadas en las temperaturas extremas como son los deportes de invierno realizados a gran altura donde el reflejo de la nieve es tan perjudicial como si estuviéramos en la playa a pleno sol. Se necesita una protección de mas de 50, aplicándola cada 2 horas sobretodo en el rostro.

A fin de lograr una piel lozana es necesario adquirir hábitos saludables con una buena alimentación. La uva ayuda a mantener una piel sana, las verduras de hoja verde, huevos y frutas secas contienen vitamina E, el limón, la mandarina y en especial la naranja son portadores de vitamina C, el tomate es muy buen antioxidante, la zanahoria y las frutas rojas aportan vitamina A. No abusar del jabón al bañarse porque quitaríamos la capa protectora de la piel, los cambios bruscos de temperatura y la calefacción excesiva deshidratan la dermis. Es necesario protegerse del frío para evitar la sequedad sin exagerar demasiado y utilizando los productos adecuados para la limpieza, hidratación y exfoliación.