Moldearse el cabello sin peligro
0:15Una de cada cuatro mujeres fija diariamente su peinado con laca. Desean que el cabello adquiera volumen, pero sin perder el aspecto natural. Algunas usuarias también quieren protegerlo de la humedad, el viento o la contaminación. El problema son las sustancias que los fabricantes convencionales emplean para conseguir sus objetivos.
Las lacas crean una película sobre cada uno de los cabellos. Este recubrimiento evita que la humedad penetre en el pelo -se encresparía-y mantiene cada cabello en su sitio cuando hay golpes de viento. Si además contiene un filtro solar, protege el color frente a las radiaciones, según los fabricantes. ¿Pero cuáles son los efectos colaterales? Si se inhala la niebla que resulta al pulverizar, las pequeñas gotitas -con un diámetro de 20 a 5 micras- pueden penetrar profundamente hasta los pulmones. Son tan pequeñas que las mucosas de la nariz y la garganta no las retienen y acaban llegando hasta las vías respiratorias bajas y los pulmones. Allí son cuerpos extraños y, como tales, pueden desencadenar infecciones o dificultar los mecanismos de autolimpieza de las mucosas. En casos
extremos, alteran el tejido pulmonar hasta el punto de que se dan accesos de tos y la respiración se hace superficial y corta. Estos riesgos son mayores entre las usuarias más frecuentes y, sobre todo, entre los profesionales de la peluquería. Los médicos expertos en enfermedades laborales hablan de alteraciones como el pulmón de laca o la alveolifis de la laca.
Las sustancias que pueden provocar las alteraciones asociadas a las lacas son el polivinil pirrolidona (PVP), el acetato de polivinilo y los modificadores plásticos como el dietil ftalato, una molécula que altera el sistema hormonal y que si pasa de la madre al hijo puede causar malformaciones del pene.
Estos agentes son más peligrosos cuando son aplicados mediante sprays gracias a un gas propelente que crea en tres segundos una nube de 350.000 partículas por litro de aire. Los pulverizadores, en cambio, emiten 53.000 partículas. Los profesionales de la peluquería prefieren los sprays porque consiguen mejores resultados y porque seguramente no están informados de las posibles consecuencias.
Casi todas las lacas contienen perfumes. En ocasiones se trata de agentes como la Lyral, que provocan alergias de contacto que cursan con enrojecimientos de la piel, picor y pústulas. En otros casos, son compuestos policíclicos sintéticos, derivados del petróleo, que se acumulan en los tejidos grasos. También se encuentran conservantes como el butilcarbamato de yodopropinilo, que está prohibido en pastas dentales y pintalabios.
Pulverizadores y con moderación
• Los pulverizadores con bomba manual, que no requieren gas propelente, son preferibles a los sprays. Es cierto que no reparten el producto tan finamente, pero ésta es su ventaja: no producen tantas gotitas que puedan ser inhaladas.
• La laca y productos similares debieran utilizarse con moderación. Siempre en pequeñas cantidades y sobre mechas sueltas, no sobre toda la superficie de cabello.
• Conviene aplicarla de manera correcta: la distancia de pulverización no debe ser superior a 20 cm y debe realizarse sobre el cabello seco. De este modo, no se diluye y no hacen falta cantidades mayores. Por otra parte, se aconseja reservar la laca solo para ocasiones especiales.
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